UMA NOITE EM TUNJA
A noite estava acesa em nossos corpos e o frio com seu violino convincente
me punha a pedir que pousasses em meu peito o que houvesse de melhor no século
que acabara de nascer em tuas mãos. Em uma noite dessas em bem poderia
roubar um verso de Jim Morrison: I can't live thru each slow century of her moving.
A leveza de tua pele atiçava em mim um estranho desejo de retornar ao local
do crime, onde o teu olhar aguçava as horas mais inesperadas para me excitar.
– Quantos pecados nós podemos cometer de uma só vez estando aqui?
O chá bem quente desperta as sombras bailarinas a caminho do abajur.
Recordo que os teus lábios improvisavam um abrigo para meus beijos.
Porém tudo passava tão lentamente que sequer parecia haver começado.
E quando a tua boca sussurrou o meu nome foi como se jamais o houvesse escutado.
Aquela noite tinha um truque que encerrava um mistério dentro de outro.
E dentro de cada um deles um outro lentamente se instalava e ali em seu íntimo
nos víamos com tanta nitidez como um improviso de seres dentro da noite.
Então puseste em minhas mãos um colar de sementes que trazias ao pescoço.
Eu sei que não posso acompanhar o século que desatas com teu movimento.
Porém aquela noite foi como uma antecipação de tudo quando um dia eu vivi,
e ainda hoje sinto o mesmo desejo de roubar aquele verso de Jim Morrison.
UNA NOCHE EN TUNJA
La noche estaba encendida en nuestros cuerpos y el frío con su violín convincente
me ponía a pedir que colocaras en mi pecho todo lo mejor del siglo
que acababa de nacer en tus manos. En una noche de esas bien podría
robar un verso de Jim Morrison: I can't live thru each slow century of her moving.
La suavidad de tu piel atizaba en mí un extraño deseo de volver al lugar
me ponía a pedir que colocaras en mi pecho todo lo mejor del siglo
que acababa de nacer en tus manos. En una noche de esas bien podría
robar un verso de Jim Morrison: I can't live thru each slow century of her moving.
La suavidad de tu piel atizaba en mí un extraño deseo de volver al lugar
del crimen, donde tu mirada afinaba las horas más inesperadas para excitarme.– ¿Cuántos pecados podemos cometer de una sola vez estando aquí?El té bien caliente despierta las sombras bailarinas que se acercan de la lámpara.
Recuerdo que tus labios improvisaban un abrigo para mis besos.
Sin embargo todo pasaba tan lentamente que ni siquiera parecía haber comenzado.
Y cuando tu boca susurró mi nombre fue como si jamás lo hubiese escuchado.
Aquella noche tenía un truco que encerraba un misterio dentro de otro.
Y dentro de cada uno de ellos otro lentamente se instalaba y allí en su interior
nos veíamos con tanta nitidez como una improvisación de seres dentro de la noche.
Entonces pusiste en mis manos un collar de semillas que traías en el cuello.
Yo sé que no puedo seguir el siglo que desatas con tu movimiento.
Pero aquella noche fue como una anticipación de todo lo que un día viví,
y todavía hoy siento el mismo deseo de robar aquel verso de Jim Morrison.
Recuerdo que tus labios improvisaban un abrigo para mis besos.
Sin embargo todo pasaba tan lentamente que ni siquiera parecía haber comenzado.
Y cuando tu boca susurró mi nombre fue como si jamás lo hubiese escuchado.
Aquella noche tenía un truco que encerraba un misterio dentro de otro.
Y dentro de cada uno de ellos otro lentamente se instalaba y allí en su interior
nos veíamos con tanta nitidez como una improvisación de seres dentro de la noche.
Entonces pusiste en mis manos un collar de semillas que traías en el cuello.
Yo sé que no puedo seguir el siglo que desatas con tu movimiento.
Pero aquella noche fue como una anticipación de todo lo que un día viví,
y todavía hoy siento el mismo deseo de robar aquel verso de Jim Morrison.
poema & fotografías | floriano martins
traducción | gladys mendía
english version | luiz leitão
2011
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