Isla Decepción / Ilha Decepção

Cientistas espanhóis reconstruíram a sequência eruptiva que originou a caldeira vulcânica da Ilha Decepção, uma das mais ativas dla Antártida e atualmente ocupada pelo mar, após analisar sobre o terreno uma série de depósitos que já formam parte do registro geológico da zona.


Os trabalhos foram realizados por uma equipe do Conselho Superior de Investigações Científicas (CSIC) a partir de material expelido pela caldeira, da qual há registros de mais de 20 erupções nos dois últimos séculos.

Há dezenas de mihares de anos, uma grande erupção na Ilha Decepção no arquipélago antártico das Ilhas Shetlands do Sul, deu lugar à formação da enorme caldeira vulcânica atualmente conhecida como Porto Foster.

A Decepção, coberta por vários glaciares e cuja formação remonta a menos de 750.000 anos, se encontra no eixo de expansão de uma zona de abertura onde uma placa tectônica se separa de outra.

Formação da caldeira

Segundo os cientistas, a formação de uma caldeira se deve ao afundamento do topo de vulcão por perda brusca de pressão dentro da câmara magmática, onde se acumula rocha fundida a poucos quilômetros de profundidade.

A Ilha de Decepção se originou da expulsão de uns 30 km cúbicos de magma em forma de nuvens ardentes ou material piroclástico, após uma erupção muito rápida, com um volume de magma expelido muito superior ao normal.

"O volume de magma que o vulcão expeliu  corresponde ao de um disco de uns oito quilômetros de diâmetro por um quilômetro de profundidade", explicou o coordenador do trabalho, Joan Martí, pesquisador do CSIC no Instituto de Ciências da Terra Jaume Almera.

Esta caldeira é similar à do Krakatoa (Indonésia), que em 1887 generou um tsunami que causou cerca de 30.000 mortes e consequências climáticas que afetaram  todo o planeta.

Altas probabilidades de outra erupção

Para os pesquisadores, a probabilidade de novas erupções na ilha antártica é alta. Se ocorrerem, serão parecidas com as outras produzidas ao longo  de sua história, a última em 1970.

"Seria uma erupção relativamente pequena, similar à da Islândia no ano passado, mas poderia, como aquela, causar numerosos problemas", diz Martí.

Em caso de erupção, a fusão do gelo de seus vários glaciares podería gerar correntes de lama, ou a água resultante poderia mesclar-se com o magma e formar grandes nuvens de cinzas, como ocorreu na erupção da Islândia.

Científicos españoles han reconstruido la secuencia eruptiva que originó la caldera volcánica de la Isla Decepción, una de las más activas en la Antártida y actualmente ocupada por el mar, tras analizar sobre el terreno una serie de depósitos que ya forman parte del registro geológico de la zona.

Los trabajos han sido realizados por un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) a partir de material expulsado por la caldera, del que se tienen registros de más de 20 erupciones en los dos últimos siglos.

Hace decenas de miles de años, una gran erupción en la Isla Decepción del archipiélago antártico de las Shetlands del Sur, dio lugar a la formación de la enorme caldera volcánica actualmente conocida como Puerto Foster.

Decepción, cubierta por varios glaciares y cuya formación se remonta a hace menos de 750.000 años, se encuentra en el eje de expansión de una zona de apertura donde una placa tectónica se separa de otra.

Formación de la caldera

Según los científicos, la formación de una caldera se debe al hundimiento de la cima de un volcán por pérdida brusca de presión dentro de la cámara magmática, en donde se acumula roca fundida a pocos kilómetros de profundidad.

La Isla de Decepción se originó por la expulsión de unos 30 km cúbicos de magma en forma de nubes ardientes o material piroclástico, tras una erupción muy rápida, con un volumen de magma expulsado muy superior al normal.

"El volumen de magma que expulsó el volcán se corresponde con un disco de unos ocho kilómetros de diámetro por un kilómetro de profundidad", explica el coordinador del trabajo, Joan Martí, investigador del CSIC en el Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera.

Esta caldera es similar a la del Krakatoa (Indonesia), que en 1887 generó un tsunami que causó unos 30.000 muertos y consecuencias climáticas que afectaron a todo el planeta.

Altas probabilidades de otra erupción

Para los investigadores, la probabilidad de nuevas erupciones en la isla antártica es alta. Si ocurrieran, se asemejarían a otras producidas a lo largo de su historia, la última en 1970.

"Sería una erupción relativamente pequeña, similar a la de Islandia del año pasado, pero podría, como aquélla, causar numerosos problemas", apunta Martí.

En caso de erupción, la fusión del hielo de sus varios glaciares podría generar corrientes de fango o el agua resultante podría mezclarse con el magma y ocasionar grandes nubes de cenizas, como ocurrió en la erupción de Islandia.